Catar café, ya sea con cata brasileña o de café expreso, tiene unos pasos concretos que hay que seguir para poder apreciar todos los matices de sabor y aroma del café.
1. MIRAR
En el caso de la cata de café expreso hay que valorar la crema, su color y consistencia antes de pasar a los siguientes pasos.
2. OLER
Antes de probar el café hay que olerlo con calma y prestando atención a los matices que nos pueda dar más allá del característico olor a café. Solo oliendo podemos notar aromas de madera, bayas, tierra o especias.
En la cata brasileña, se huele el aroma de los cafés antes y después de romper la crosta. Para ello, se acerca la nariz a la taza y con una cucharita se remueve el café tres veces con la cucharita hasta el fondo de la taza. De esta forma se aprecia el cambio de aroma del café.
Catador de caféobservando la crema del café expreso
3. PROBAR
Es el momento de degustar el café. Para ello coge una cuchara de cata y aspíralo con firmeza y determinación. De esta forma, el café llega a todas las papilas gustativas y recubre la mayor parte del paladar. Así tendrás una mayor percepción del sabor, tacto, etc.
Debes probar el café en diferentes tandas a medida que se va enfriando. Con el cambio de temperatura es posible que los sabores y aromas cambien, sea porque se ha seguido infusionando o simplemente porque la temperatura también interfiere en la percepción de los gustos.
Repasa la rueda de sabores y apunta todo lo que percibas de la infusión. A menudo es útil seguir un itinerario de parámetros para no dejarnos nada. En cada cata se debe evaluar:
· Acidez: la intensidad de la acidez marca la calidad del café.
· Amargor: sin duda una de las mayores características del café. Como la acidez, puede ser más o menos acusado según la taza.
· Sensación en el paladar: se puede notar una característica positiva, el cuerpo (la sensación untuosa y densa) y una negativa, la astringencia (la sensación de boca seca).
· Retrogusto: se refiere al aroma y sabor que suben por la vía retronasal, es decir el conducto que comunica la boca y la nariz.
· Post-gusto: evalúa la duración y el sabor que persiste en la boca después de tragar o escupir. Un post-gusto largo dura unos 20 segundos.
· Defectos del café: también deben anotarse defectos como el sabor rancio o aromas desagradables a humo o ceniza.
Es muy útil catar diferentes cafés en una misma sesión, de esta forma se pueden comparar los resultados con una memoria mucho más reciente. Entre café y café limpia tu paladar con un poco de miga de pan blanco.
El mundo del café ofrece muchas posibilidades profesionales y de conocimiento, desde cursos para preparar café como auténticos baristas hasta los cursos de cata. Infórmate y anímate a aprender mucho más sobre el café.
https://www.bonka.es/amor-por-el-cafe/convertirte-en-catador-de-cafe